En respuesta a la dimisión de la consejera Belarmina Díaz tras el trágico accidente en la mina de Zarréu, el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, decidió reestructurar su Gobierno, reduciendo el número de consejerías. A través de un mensaje en video, Barbón anunció la reasignación de competencias: Borja Sánchez se hará cargo de la recién creada Consejería de Ciencia, Industria y Empleo; mientras que Alejandro Calvo liderará Movilidad, Medio Ambiente y Gestión de Emergencias. Esta decisión es respaldada por sus socios de gobierno, Convocatoria por Asturies-IU, quienes valoran positivamente la experiencia de los nuevos responsables y la lógica detrás de la combinación de ciencia e industria, así como la inclusión de Medio Ambiente bajo la gestión de Movilidad.
El ambiente político se carga de tensión tras la comparecencia de Barbón en el Parlamento, donde enfrentó críticas de la oposición. El portavoz del PP, Álvaro Queipo, y la portavoz de Vox, Carolina López, acusaron al presidente de eludir responsabilidades y pidieron su dimisión, vinculándolo directamente con el caso de la mina. Barbón defendió firmemente su gestión, responsabilizando a la empresa Blue Solving de las ilegalidades potenciales y denunciando lo que considera una agresión contra el gobierno socialista asturiano por parte de la derecha. En paralelo, el papel de la diputada Covadonga Tomé del Grupo Mixto se torna clave para la posible aprobación de una comisión de investigación, decisión que aún está pendiente tras su compromiso de consultar con sus bases. Mientras tanto, la estabilidad del gobierno y su alegato de llegar al fondo de la verdad se ponen a prueba en este clima de desconfianza y presión.
Leer noticia completa en El Pais.