Cerca de 500 personas sin hogar llegaron a utilizar el aeropuerto como refugio nocturno durante los últimos meses, un fenómeno que ha atraído la atención sobre la falta de soluciones habitacionales en la capital. Sin embargo, solo medio centenar de estas personas permanecen aún en las instalaciones, sin encontrar alternativas viables para su situación. A pesar de los esfuerzos municipales y de diversas organizaciones para ofrecer apoyo y servicios de alojamiento provisional, muchos enfrentan dificultades para acceder a programas de vivienda o empleo.
Las autoridades locales han intensificado sus esfuerzos para brindar asistencia, incluyendo la implementación de nuevos programas de reintegración social y la ampliación de recursos para aquellas personas sin techo. Sin embargo, los activistas advierten que se necesitan políticas más estructurales y sostenibles para abordar las causas subyacentes de la falta de hogar. Mientras tanto, el grupo persistente de personas que aún permanece en el aeropuerto representa un desafío continuo, subrayando la urgencia de soluciones innovadoras y efectivas.
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