En un sofisticado esquema de fraude que ha dejado perplejas a las autoridades, una red de estafadores logró acceder a bases de datos de clientes reales para llevar a cabo sus operaciones ilícitas. La organización criminal utilizaba estas bases de datos para seleccionar a sus víctimas de manera precisa, contactándolas con información legítima que les confería un aire de autenticidad y confianza. Esta estrategia les permitió engañar a un número significativo de personas, quienes creyeron estar interactuando con entidades legítimas. Las estafas incluyeron la apertura de cuentas bancarias y la realización de transacciones financieras a través de testaferros, lo que complicaba aún más el rastreo por parte de las fuerzas del orden.
La operación, que ha sido calificada como una de las más complejas de los últimos años, involucra una logística meticulosamente diseñada para eludir la detección. Las autoridades han expresado su preocupación acerca de las brechas de seguridad que permitieron a los estafadores acceder a información confidencial de clientes. Actualmente, se están investigando posibles conexiones internacionales que podrían revelar la verdadera magnitud de la red. Mientras tanto, la policía está trabajando en identificar a todos los involucrados y desmantelar completamente la infraestructura que permitió este fraude masivo. Se han emitido recomendaciones para que las instituciones financieras refuercen sus sistemas de seguridad y se insta a los ciudadanos a ser más cautelosos con la protección de sus datos personales.
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