En el reciente enfrentamiento entre el Barcelona y el Getafe, Alejandro Balde, lateral del Barcelona, fue víctima de insultos racistas por parte de algunos aficionados presentes en el Coliseum. El partido, que terminó en un empate a uno, se vio empañado por este lamentable incidente denunciado por Balde al término del mismo. El jugador del Barcelona manifestó su profunda tristeza ante la persistencia de tales episodios en los campos de fútbol y remarcó que «es algo que no debería seguir pasando». El árbitro del partido, Pablo González Fuertes, fue informado de lo sucedido y activó el protocolo antirracismo, aunque este gesto pasó desapercibido durante la transmisión del encuentro.
El incidente con Balde no fue un caso aislado ese fin de semana en el fútbol español. En la Segunda División, el Elche denunció comportamientos similares durante su partido contra el Sporting de Gijón, donde su jugador Bambo Diaby fue objeto de gestos ofensivos por un aficionado desde la grada. Tanto el Elche como el Sporting emitieron comunicados condenando categóricamente estos actos racistas. El club asturiano logró identificar al aficionado, quien resultó ser abonado del Sporting, y anunció su expulsión del club. Ambas situaciones resaltan la urgente necesidad de erradicar el racismo del deporte, mensaje que Balde reiteró al declarar que «no hay espacio para el racismo, ni en el fútbol ni en la vida».
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