La construcción del nuevo trazado ha comenzado bajo la presión de alcanzar el objetivo de finalización para septiembre de 2026. Esta ambiciosa iniciativa se desarrolla en un contexto de intensos retos políticos para Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. Ambos líderes están esforzándose por mantener el impulso del proyecto mientras enfrentan diversas críticas de la oposición y grupos vecinales, que cuestionan tanto el proceso de planificación como los posibles impactos sobre el entorno urbano y social.
En medio de este clima político, las autoridades madrileñas buscan asegurar que el proyecto avance sin contratiempos, enfatizando su potencial para mejorar la infraestructura y el transporte en la región. Ayuso y Almeida han subrayado que las modificaciones proyectadas no solo facilitarán la movilidad, sino que también impulsarán el crecimiento económico al crear numerosos empleos. Sin embargo, persisten las preocupaciones sobre la transparencia y la gestión ambiental, aspectos que continuarán siendo puntos de debate a medida que avanza la construcción.
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