En un giro político inesperado, la presidenta regional, Sol, se ha mostrado dispuesta a colaborar con el ministro responsable del transporte público, instándole a tomar medidas decisivas en una reunión reciente. Durante el encuentro, Sol expresó su apertura para trabajar junto a las autoridades nacionales, resaltando la importancia de establecer estrategias que beneficien al sistema de transporte público, en un intento por mejorar las condiciones para los usuarios.
Sin embargo, la disposición al diálogo dio un giro pocos minutos después cuando Sol calificó al ministro de «moroso», criticando duramente la falta de financiación adecuada para el transporte público por parte del gobierno central. Esta crítica refleja un conflicto latente sobre la asignación de recursos, dejando entrever tensiones intrínsecas en la relación entre las autoridades regionales y nacionales y aumentando la presión sobre el ministro para resolver este asunto prioritario.
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