La presidenta de la Comunidad de Madrid ha sido distinguida con la medalla de esclava de honor por la Archicofradía de Jesús de Medinaceli, en un acto que refuerza los lazos entre la política regional y la tradición religiosa. El evento tuvo lugar en la capital, donde la mandataria recibió el reconocimiento en presencia de miembros de la cofradía, autoridades locales y varios participantes de la comunidad. Esta medalla se otorga a personas que han mostrado un compromiso significativo con los valores y actividades de la cofradía, destacando el papel de la presidenta en la promoción de la cultura y el patrimonio religioso de la región.
Durante la ceremonia, la presidenta expresó su agradecimiento y reafirmó su respeto por las tradiciones religiosas que forman parte del tejido cultural de Madrid. Este reconocimiento subraya la influencia continuada de la religión en la esfera pública madrileña, además de servir como recordatorio de las complejas interacciones entre la política y la fe en la región. El evento también evidenció el interés de la administración local en mantener y fortalecer el legado cultural, vinculando pasado y presente a través de ceremonias que destacan la identidad y las costumbres locales.
Leer noticia completa en El Mundo.