Este lunes, el gobierno ha aprobado un innovador plan de ayudas destinado a impulsar el desarrollo y mejorar la calidad de vida en localidades con menos de 20.000 habitantes. El objetivo principal es atender las necesidades específicas de estas pequeñas comunidades que a menudo enfrentan dificultades en áreas como el acceso a servicios públicos, infraestructuras deficientes y la falta de oportunidades laborales. La medida busca fomentar el crecimiento económico y social de estas zonas, promoviendo la retención de población y el arraigo en el ámbito rural mediante inversión en proyectos locales que puedan incrementar su atractivo y sostenibilidad.
Este plan de ayudas incluye financiación para mejorar servicios esenciales como la educación, la sanidad y el transporte, además de apoyar iniciativas que potencien la economía local, como el turismo rural o la agricultura sostenible. De igual modo, se contempla la digitalización como una herramienta clave para reducir la brecha tecnológica entre zonas urbanas y rurales, facilitando el acceso a internet de alta velocidad y promoviendo la formación en competencias digitales. Con esta estrategia, el gobierno espera no solo mejorar la calidad de vida en estas pequeñas localidades, sino también revertir el fenómeno de la despoblación que afecta a muchas de ellas.
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