El ciclista español se vio obligado a abandonar el Giro de Italia durante la 18ª etapa debido a un persistente edema en su rodilla, lo que frustró sus aspiraciones en la clasificación general. Este contratiempo le impidió continuar en la emblemática carrera, una de las más prestigiosas del ciclismo internacional. La dolencia había generado preocupación en su equipo desde etapas anteriores, y finalmente resultó insostenible para el atleta, quien había mostrado un desempeño competitivo hasta ese momento.
El retiro se produjo al inicio de una etapa clave en la lucha por los puestos de honor en la Corsa Rosa, dejando a sus compañeros y seguidores con la frustración de ver su potencial truncado por la lesión. A pesar de su retirada, el equipo expresó su total respaldo al ciclista, destacando su entrega y profesionalismo a lo largo del evento. La situación pone en evidencia las exigencias físicas de este deporte y cómo las lesiones pueden impactar significativamente las aspiraciones de los deportistas de élite.
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