La tasa de Abandono Educativo Temprano (AET) se mantiene como un desafío crítico para el desarrollo personal y económico en España, al contar con un 13% de jóvenes entre 18 y 24 años sin un título postobligatorio en 2024, según datos recientes. Aunque hay una reducción significativa gracias a programas financiados por el Ministerio de Educación y la Unión Europea, que incluyen más plazas en Formación Profesional (FP) y proyectos de refuerzo, aún se espera que este índice descienda más. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advierte de que el 80% de los empleos en un futuro cercano requerirán al menos educación postobligatoria, poniendo de relieve la importancia de reducir el AET y aumentar la oferta de programas educativos.
En el caso específico de la Comunidad de Madrid, se observa un estancamiento en la reducción de la AET, que en 2024 se sitúa en 10,5%, superior al registrado en años previos. Desde 2019, bajo la presidencia de Isabel Díaz Ayuso, la reducción ha sido de solo 1,39 puntos porcentuales, en contraste con la más acentuada disminución a nivel nacional. Varios factores contribuyen a este escenario, incluyendo bajas tasas de promoción y altas tasas de repetición en la educación primaria y secundaria, escasez de plazas públicas en FP, y una política de becas que beneficia mayormente a estudiantes de centros privados. El Gobierno regional enfrenta críticas por su insuficiente inversión en equidad e inclusión educativa, lo que demanda un replanteamiento de estrategias para ofrecer refuerzos adecuados a estudiantes en desventaja y garantizar, así, un acceso equitativo a la educación.
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