La presidenta de la Comunidad de Madrid, en un contundente discurso, ha acusado al jefe del Ejecutivo nacional de «romper España a sorbitos». Durante su intervención, señaló que las recientes acciones del gobierno central socavan la unidad nacional de forma paulatina y subrepticia. Sus declaraciones surgen en un momento de creciente tensión entre las administraciones regionales y el gobierno central, marcando un nuevo capítulo en las críticas al manejo político de la situación por parte del Ejecutivo.
La mandataria madrileña enfatizó que las políticas actuales amenazan con fragmentar la cohesión social y política del país. Reclamó un cambio de rumbo que priorice la unidad y el entendimiento entre las distintas regiones. El comentario «a sorbitos» resalta su preocupación por lo que considera una erosión gradual y deliberada de las estructuras nacionales. Estas acusaciones llegan en un contexto donde el diálogo entre las comunidades autónomas y el gobierno está más polarizado que nunca, acrecentando la incertidumbre política a nivel estatal.
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