La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha escogido el emblemático hospital enfermera Isabel Zendal como telón de fondo para su discurso de Fin de Año. Ayuso ha utilizado este espacio, que fue un pilar durante la pandemia del COVID-19, para reiterar su defensa del complejo y abordar diversas cuestiones políticas y sociales de relevancia para la región. Aunque el hospital ha sido objeto de críticas por su escasa actividad tras una inversión de más de 150 millones de euros, Ayuso defiende su utilidad actual para atender a enfermos de ELA, entre otros. Durante su intervención, manifestó agradecimientos a diversos colectivos como médicos y profesores, e incluyó una reivindicación de la Hispanidad. La líder conservadora expuso su compromiso con políticas «sin ideología» y prometió seguir innovando en colaboración público-privada mientras enfrenta las amenazas que percibe para la región. Sin mencionar explícitamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insinuó un clima de confrontación política.
Ayuso se refirió a los desafíos energéticos que enfrenta la región y reiteró su acusación al Gobierno central de «asfixiar» a Madrid con el plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica. En su discurso, abordó la necesidad de preservar las competencias autonómicas, defendiendo la unidad de España y subrayando la importancia de la Constitución y el Estado de derecho. Además, destacó la responsabilidad que implica ser la capital del país y criticó, de forma velada, las propuestas del Gobierno central de redistribuir las sedes de nuevos organismos fuera de Madrid. Ayuso también defendió su política de mantener impuestos bajos en la región, en contraste con las del Gobierno central. Así cerró el 2024 y proyectó su visión para 2025, haciendo eco de su lema electoral «con muchas ganas», reafirmando su mayoría absoluta lograda el año anterior y su determinación de no ceder en sus principios.
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