La dirigente del partido, quien está ganando cada vez más influencia en la dirección, ha expresado su oposición a la posibilidad de que España vuelva a las urnas en caso de que la única vía para que la derecha gobierne sea una alianza con Vox. Esta postura refuerza su creciente liderazgo dentro de la organización y destaca su intención de diferenciarse de otras estrategias políticas que podrían polarizar aún más el panorama electoral del país. La dirigente considera que un acuerdo con Vox podría ser perjudicial y prefiere enfocarse en alternativas que no arriesguen la estabilidad y unidad del partido.
En un contexto político marcado por la incertidumbre, la dirigente insiste en la necesidad de explorar opciones que no impliquen polarización extrema ni alianzas que comprometan los principios del partido. Esta declaración llega en un momento crítico en el que las negociaciones y decisiones pueden determinar la dirección futura de la derecha en España. Su enfoque parece alinearse con una visión más moderada y estratégica, buscando ampliar la base de apoyo del partido sin entrar en pactos controvertidos que puedan generar divisiones internas o descontento entre los votantes.
Leer noticia completa en El Mundo.