Hace un año, el Partido Popular (PP) en la región anticipó un posible movimiento del Ministerio de intervenir en la sede de la Presidencia de la Comunidad, una acción conocida como el «francomodín». Ante esta eventualidad, el PP decidió modificar la normativa regional con el objetivo de proteger la autonomía de la administración local y asegurar su control sobre las decisiones estratégicas de la sede presidencial. Esta maniobra política refleja la desconfianza existente entre el gobierno regional y el nacional, en un contexto de tensiones interinstitucionales que han marcado la agenda política de la comunidad.
La decisión de modificar la normativa responde también a un clima de incertidumbre sobre las intenciones del gobierno central respecto a intervenciones en instituciones regionales. La estrategia del PP busca consolidar su influencia política y prevenir una eventual toma de control que afecte a su gestión y liderazgo en la región. Este movimiento ha reavivado el debate sobre la autonomía regional y el poder central, destacando la importancia de una legislación que equilibre las competencias entre las diferentes capas de gobierno.
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