El Gobierno ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Supremo el decreto aprobado ayer en el Consejo de Ministros sobre el reparto obligatorio de cargas económicas entre las comunidades autónomas. El decreto, que ha generado una ola de reacciones encontradas, establece directrices específicas para la distribución equitativa de recursos. Según fuentes del Ejecutivo, esta medida se considera esencial para garantizar la cohesión territorial y asegurar que todas las regiones puedan ofrecer servicios públicos adecuados a sus ciudadanos.
Sin embargo, la controversia no se ha hecho esperar. Varios líderes autonómicos han expresado su descontento, alegando que el nuevo decreto limita su autonomía fiscal y administrativa. La iniciativa del Gobierno de acudir al Tribunal Supremo busca asegurar la constitucionalidad de la norma y proporcionar una respuesta clara a las inquietudes planteadas. Se anticipan semanas de intensos debates políticos mientras el asunto permanece en el centro de la conversación pública.
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