La presidenta se reúne con los rectores de las universidades en un momento de gran tensión debido a la controversia generada por la nueva ley educativa propuesta por el gobierno. La normativa ha despertado críticas por parte de varias instituciones académicas que consideran que podría limitar su autonomía. Durante el encuentro, se espera que ambas partes discutan las preocupaciones y posibles ajustes a la propuesta, en un intento de conciliar posturas y encontrar un balance que satisface a las universidades sin comprometer los objetivos del gobierno.
Al mismo tiempo, la presidenta se embarca en un viaje promocional a Estados Unidos donde busca reforzar la imagen y las oportunidades del sistema educativo del país en el escenario internacional. Este viaje es visto como una estrategia para mostrar apertura y colaboración global, a pesar de las tensiones internas. Durante su visita, la presidenta sostendrá encuentros con líderes académicos y representantes de instituciones educativas en un intento de atraer más inversiones y colaboraciones internacionales que beneficien a las universidades locales.
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