Alrededor de dos centenares de personas se congregaron frente al Ayuntamiento de Madrid para manifestarse contra el aumento en el costo del transporte público que entrará en vigor el próximo mes. La medida, adoptada por la administración local, contempla un incremento del 20% en las tarifas, afectando tanto a residentes como a visitantes que dependen del eficiente sistema de Metro y autobuses para desplazarse por la capital. Los manifestantes, en su mayoría usuarios habituales del servicio, alzaron pancartas y corearon consignas reclamando una congelación de tarifas e instando a las autoridades a considerar alternativas que no perjudiquen a la ciudadanía ni a los sectores más vulnerables.
Por su parte, la alcaldesa de Madrid, que ha defendido fervientemente la necesidad del ajuste tarifario, argumenta que la subida es imprescindible para garantizar el mantenimiento y la mejora de la infraestructura del transporte público, además de responder al desafío del cambio climático promoviendo la sostenibilidad. Según la regidora, esta medida se enmarca en un amplio plan de modernización que busca, a largo plazo, beneficiar directamente a los usuarios con un servicio más eficiente y menos contaminante. A pesar de las explicaciones, la oposición política y distintas organizaciones ciudadanas han elevado sus voces críticas, señalando que el aumento podría desincentivar el uso del transporte público y agravar las desigualdades sociales.
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