El gobierno de Sánchez ha sido objeto de duras críticas por parte de algunos sectores políticos, quienes lo acusan de demostrar una «falta de lealtad institucional». Esta acusación surge después de que una decisión gubernamental, de marcada relevancia, fuera publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) sin previo aviso a las instituciones competentes. Según los críticos, este procedimiento opaco y unilateral erosiona la confianza y la transparencia necesaria en las relaciones entre las diversas entidades del Estado. La falta de comunicación previa, alegan, contraviene las prácticas habituales de diálogo y coordinación que se esperan en un sistema democrático en el que el consenso es clave para la estabilidad institucional.
Desde el ejecutivo, sin embargo, se defiende la legalidad y la oportunidad de la publicación en el BOE como un acto dentro de sus atribuciones, alegando que no existía un mandato explícito de consulta o notificación previa para este caso específico. A pesar de ello, la controversia ha generado un amplio debate sobre los límites de las competencias gubernamentales y la importancia de la cooperación interinstitucional. Esta situación ha avivado las tensiones políticas, y algunos analistas sugieren que podría tener implicaciones en futuras relaciones entre el ejecutivo y otras ramas del gobierno, resaltando la necesidad de establecer protocolos más nítidos y formales para garantizar un intercambio de información más fluido y respetuoso.
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