En una intensa rueda de prensa, la presidenta regional ha lanzado contundentes críticas al Gobierno central, acusándolo de orquestar un ataque coordinado mediante todos los poderes del Estado contra un ciudadano particular. La mandataria considera que esta acción es una muestra clara del uso indebido del poder estatal para perjudicar a individuos específicos, lo que, según ella, representa un grave atentado contra la democracia y el estado de derecho. La presidenta regional no escatimó en palabras ni en tono, utilizando la ocasión para advertir sobre el creciente autoritarismo percibido en las acciones del Ejecutivo.
A medida que avanzaba su intervención, la presidenta regional también vaticinó que el jefe del Ejecutivo no escapará de las consecuencias de este acto, afirmando con determinación que «también irá pa’lante». Esta declaración sugiere la posibilidad de futuras acciones legales o políticas contra el mandatario, en un contexto ya tenso y polarizado. Analistas políticos interpretan estas declaraciones como un claro indicativo de las crecientes tensiones entre el gobierno central y las autoridades regionales, lo que podría derivar en un complejo escenario de confrontación política y jurídica en los próximos meses.
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