La presidenta regional ha criticado duramente a los socialistas por presionarla para que elabore un registro de médicos objetores al aborto. En una rueda de prensa, enfatizó que la prioridad de su gobierno se centra en otros aspectos del bienestar y la salud pública, y consideró inapropiado que se ponga el foco en este tema, sugiriendo que podría ser una estrategia política para desviar la atención de otros problemas urgentes. La mandataria subrayó su compromiso con la libertad de conciencia de los profesionales de la salud, argumentando que cualquier registro debe ser cuidadosamente evaluado para no interferir en derechos individuales.
Por su parte, el partido socialista insiste en que un registro es necesario para garantizar el acceso equitativo al aborto, asegurando que las mujeres puedan ejercer este derecho sin obstáculos. Expresaron su preocupación por la falta de avances y acusan a la presidenta de dilatar el proceso de manera intencionada. Según los socialistas, contar con un registro de objetores es crucial para que los centros sanitarios puedan gestionar adecuadamente los recursos y asegurar que el personal disponible no comprometa la prestación del servicio. Ambos partidos continúan en un tenso enfrentamiento, incrementando la polarización en torno a esta cuestión tan debatida.
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