La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha realizado recientemente un viaje a Miami junto a los rectores de las universidades públicas madrileñas, en medio de una controversia por la escasez de financiamiento universitario y las tensiones generadas por la nueva ley de educación superior impulsada por su gobierno. Aunque los rectores han criticado la asfixia económica y la supuesta invasión de su autonomía por parte de la nueva normativa, el viaje ha permitido abrir canales de negociación. Se ha pactado realizar reuniones semanales con el consejero de Educación, Emilio Viciana, buscando consensuar aspectos de la ley que preocupan a las instituciones educativas. Ayuso, vista ahora como más receptiva, considera este diálogo como un «punto de inflexión».
En paralelo, la Universidad Complutense de Madrid (UCM) enfrenta una grave crisis financiera, habiendo solicitado un crédito de 30,8 millones de euros a la Comunidad para sostenerse hasta la aprobación de nuevos presupuestos. La UCM, como otras instituciones, ha tenido que implementar duros recortes para permanecer operativa. La actual financiación destinada a las universidades madrileñas es una de las más bajas del país, generando un ambiente de inquietud y movilización en la comunidad universitaria. El claustro de la UCM ha convocado a la movilización para enfrentar los efectos de la infrafinanciación, mientras que otros campus, como la Universidad Rey Juan Carlos, también enfrentan desafíos económicos críticos. Estos problemas repercuten en los planes de expansión y desarrollo de las universidades, agravando la tensión con el Gobierno regional.
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