El Ayuntamiento de Madrid ha decidido transformar los centros juveniles municipales atendiendo a las cambiantes demandas de los jóvenes madrileños entre 14 y 30 años. Ahora conocidos como centros de ocio y asesoramiento juvenil (COAJ), estos espacios adoptarán un enfoque más preventivo y transversal, abarcando áreas claves como la salud emocional, la asesoría jurídica, la formación y empleabilidad, así como la cultura y participación comunitaria.
La vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, anunció que la Junta de Gobierno ha destinado 5,8 millones de euros a un nuevo contrato para la gestión de estos centros. Estos espacios están diseñados para ser puntos de encuentro y participación, promoviendo un entorno donde los jóvenes puedan desarrollar su identidad y habilidades esenciales para el crecimiento personal.
Los COAJ ofrecerán una amplia gama de actividades que incluyen talleres educativos, eventos artísticos, torneos deportivos y programas de sensibilización ambiental. Además, algunas instalaciones contarán con salas de lectura para fomentar el estudio y la formación.
El plan de gestión unificado, que inicia en diciembre de 2025, involucra a los centros Tetuán Punto Joven, Chamberí, El Pardo, Hontalbilla, Carabanchel Alto, El Sitio de mi Recreo, Aleph, Pipo Velasco, y Ouka Leele, este último comenzará su nueva etapa en abril de 2026.
Como parte de las novedades se desarrollará una aplicación móvil que facilitará a los usuarios informarse y registrarse en las actividades ofrecidas. También se fortalecerá la colaboración con otras entidades para optimizar recursos y favorecer sinergias.
Las mejoras incluyen actividades que promueven la integración entre jóvenes de diferentes distritos y se intensifican los programas preventivos contra la violencia de género, el racismo y la lgtbifobia. Un novedoso enfoque abordará la prevención de la soledad no deseada, reflejando un compromiso con el bienestar emocional de los jóvenes.
El servicio de atención psicológica y coaching, introducido en 2020 y reforzado en 2023, seguirá siendo un pilar esencial en los COAJ. Este soporte atiende problemas emocionales como la ansiedad y la depresión, situaciones que se agudizaron tras la pandemia. El servicio contribuye de manera significativa al desarrollo personal y socialización de los jóvenes.
En 2024, estos centros registraron más de un millón de participaciones, destacando la creciente relevancia de estos espacios en la vida de los jóvenes madrileños. Las actividades, tanto presenciales como virtuales, reflejan la efectividad de las políticas que buscan adaptarse a las realidades actuales de la juventud.