Cristina Kirchner, la figura central del peronismo argentino durante los últimos 15 años, enfrenta un momento crítico en su liderazgo tras la derrota electoral del movimiento en 2023. La figura emergente es Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, quien plantea la necesidad de una renovación dentro del peronismo para confrontar al gobierno de Javier Milei. Kicillof ha lanzado un nuevo espacio político, Movimiento Derecho al Futuro, respaldado por 400 firmas de diversos actores políticos, sociales y sindicales. Este movimiento busca posicionarse como la nueva cara del peronismo, en el contexto de las próximas elecciones legislativas, abordando las causas del fracaso electoral y proponiendo una agenda que represente a los trabajadores, sectores productivos y culturales.
El silencio de Kirchner respecto al movimiento de Kicillof es notorio, y su entorno no oculta su preocupación ante una potencial división interna que podría fragmentar al peronismo en un momento crítico para el partido. La expresidenta ya ha enfrentado desafíos a su autoridad, como el del gobernador riojano Ricardo Quintela, pero la iniciativa de Kicillof, quien fue su último ministro de Economía, representa un reto de mayor envergadura. Con la eliminación de las elecciones primarias y el avance del partido de Milei en las encuestas, cualquier desavenencia interna podría perjudicar las posibilidades del peronismo en los próximos comicios. Además, Kirchner enfrenta una posible exclusión de la carrera electoral debido a su condena por corrupción, situación que añadiría más presión al ya complicado escenario político que vive el peronismo.
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