El invierno 2025-2026 se perfila como uno de los más fríos para España, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), con un impacto particular en la mitad norte del país. Este pronóstico meteorológico coincide con el fin de las subvenciones para las calderas de gas a partir de enero de 2025, aumentando la presión sobre las familias para modernizar sus sistemas de calefacción y evitar un gasto energético excesivo.
La Unión Europea ha intensificado sus esfuerzos por la transición a energías más limpias, retirando incentivos para sistemas de calefacción basados en combustibles fósiles. Sin embargo, no se prohíbe su uso, lo que obliga a los consumidores a buscar soluciones más eficientes y respetuosas con el medio ambiente. En este contexto, la aerotermia o bombas de calor se perfilan como el futuro en calefacción, representando alrededor del 30 % de las nuevas instalaciones domésticas.
Enrique Calvo, gerente de Más Que Calderas, explica que aunque la bomba de calor es una alternativa prometedora, las calderas de condensación representan una solución práctica para muchos hogares debido a su fácil instalación y mantenimiento. A pesar de la falta de incentivos económicos, la necesidad de eficiencia y ahorro es crítica ante un invierno anticipadamente riguroso.
Para aquellos que eligen seguir con el gas, las calderas de condensación de última generación ofrecen mayor eficiencia y ahorro de combustible comparado con modelos anteriores. Además, los sistemas híbridos, que combinan calderas de condensación con bombas de calor, se presentan como una opción intermedia eficiente, integrando un uso significativo de energías renovables.
El estado de las calderas antiguas también es motivo de inquietud, ya que las de más de diez años pueden perder hasta un 25 % de su eficiencia. Así, renovar estos sistemas es esencial para el control del gasto energético mensual y para hacer frente a la crudeza del invierno que se avecina.
Aunque los precios del gas se mantienen relativamente estables, el coste ligado al consumo durante el invierno sigue siendo una preocupación. Una caldera mal mantenida o un aislamiento insuficiente podrían contrarrestar cualquier ahorro en la tarifa. Por lo tanto, la renovación de equipos y una gestión responsable del consumo energético se vuelven estrategias clave.
Los expertos recomiendan revisar o reemplazar calderas de más de una década, mejorar el aislamiento y la calidad de las ventanas, y optar por termostatos inteligentes para un control óptimo de la temperatura. La ventilación eficaz sin pérdida de calor también es fundamental para mantener un entorno confortable.
Con un invierno desafiante en el horizonte, invertir en soluciones eficientes como calderas modernas, sistemas híbridos o bombas de calor, junto con mejoras en aislamiento y control, no solo promete un ahorro significativo en energía, sino que también asegura una mejor calidad de vida y contribuye a un futuro más sostenible. Consultar con expertos es crucial para determinar las mejores opciones disponibles, en especial en áreas como Madrid, donde la demanda será elevada.


