Emmanuel Macron y su esposa Brigitte han mantenido su tradición veraniega desde 2018, viajando a la residencia oficial en Brégançon a finales de julio. A pesar de la turbulencia política y los Juegos Olímpicos en París, Macron ha optado por una agenda mixta de trabajo y descanso, conocida como «trancances». Durante estos días, Macron se mantiene al tanto de asuntos internacionales y la seguridad de los Juegos, mientras disfruta de actividades de ocio. Un decreto ha restringido las manifestaciones en la zona, destacando la presencia del presidente. La vuelta al trabajo será intensa, con la política interna en ebullición y desafíos por resolver en la formación del nuevo gobierno.
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