Esta mañana, la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, junto al concejal de Carabanchel, Carlos Izquierdo, supervisó el avance de las obras de remodelación en el casco histórico de Carabanchel Bajo. Estas obras, con una inversión de 1,6 millones de euros, buscan mejorar la accesibilidad de ocho calles cuyas aceras presentan un ancho insuficiente. Se espera que los trabajos concluyan a finales de año.
El proyecto, que cubre una superficie de 15.230 metros cuadrados, incluye las calles Francisco Romero, Melisa, Pajarera Real, Antonio Antoranz, Monseñor Óscar Romero, plaza de la Parroquia, Sombra y Patilla. Las seis primeras calles se transformarán en plataformas únicas con adoquines de granito, unificando aceras y calzadas para facilitar itinerarios peatonales. Mientras, las calles Patilla y Sombra mantendrán la distinción entre aceras y calzadas, pero se modificarán para mejorar la accesibilidad y aumentar las plazas de aparcamiento.
La modificación del sentido del tráfico en la calle Patilla, que pasará a un único sentido hacia la calle Sombra desde Eugenia de Montijo, permitirá una doble banda de aparcamiento en línea. En la calle Sombra también se ajustará el sentido del tráfico, garantizando en todas las vías un ancho mínimo de calzada para vehículos de emergencia.
Se espera un incremento del 24 % en el número de plazas de aparcamiento, pasando de 124 a 154, manteniendo cinco plazas para personas con movilidad reducida. Además, las obras incluirán la actualización de imbornales y pozos, así como el retranqueo de farolas y la sustitución del alumbrado público por tecnología LED en las zonas de plataforma única. También se eliminarán diez tramos aéreos de telecomunicaciones mediante canalizaciones soterradas.
La remodelación respetará la arborización existente, sumando además 55 nuevos árboles con su respectiva red de riego. Estos cambios buscan no solo mejorar la accesibilidad, sino también el entorno y la calidad de vida en la zona.