El Ejecutivo regional ha invertido más de 1,5 millones de euros desde 2018 en la recuperación de un edificio histórico emblemático de Madrid, la Iglesia de San Millán y San Cayetano. La construcción, de amplias dimensiones y planta de cruz griega, se distingue por su gran cúpula sobre tambor y pechinas, coronada por una esbelta linterna que permite la entrada de luz.
Paco Serrano, portavoz del Gobierno regional, destacó que «entre las prioridades del Gobierno regional está la conservación del rico patrimonio histórico-cultural de Madrid, un importante legado cuyo cuidado y restauración constituyen un deber de las administraciones, instituciones y ciudadanos».
Este año, las labores de restauración se centraron principalmente en la fachada norte, ubicada entre la iglesia y los bloques residenciales de la calle Abades. Esta área incluye la única linterna original que sobrevivió al devastador incendio durante la Guerra Civil. En julio, se llevó a cabo un exhaustivo estudio del interior del edificio utilizando tecnología de georradar, cuyo objetivo fue obtener información detallada para futuras intervenciones.
La edificación de la Iglesia de San Millán y San Cayetano, anteriormente conocida como convento de Nuestra Señora del Favor, comenzó en 1669 bajo la dirección del arquitecto Marcos López. A lo largo de los años, otros renombrados arquitectos como José de Churriguera y Pedro de Ribera continuaron las obras, y finalmente Francisco de Moradillo concluyó la construcción hacia 1761.
A partir de 1822, y hasta que Fernando VII lo cedió a los frailes de San Gil, el convento permaneció vacío. Las reformas derivadas de los decretos desamortizadores transformaron las estancias del convento en viviendas, con la excepción de la Iglesia de San Cayetano, que siguió abierta al culto. En 1869, la Parroquia de San Millán fue trasladada a esta iglesia. Trágicamente, durante la Guerra Civil, el edificio sufrió un incendio que destruyó su interior. No obstante, en 1962, gracias a la formación de una comisión integrada por eclesiásticos y laicos, entre ellos la Duquesa de Alba, la iglesia fue reinaugurada.
La restauración de la Iglesia de San Millán y San Cayetano refleja el compromiso del Gobierno regional y otras instituciones por preservar y cuidar el valioso patrimonio histórico de Madrid, asegurando que futuras generaciones continúen apreciando y aprendiendo de este importante legado cultural.