En un avance significativo para el tratamiento de pacientes oncológicos, el Hospital Universitario La Luz ha introducido una técnica innovadora en el campo de la cirugía oral y maxilofacial. Encabezado por el Dr. Néstor Montesdeoca, el Departamento de Cirugía Oral, Maxilofacial e Implantología ha demostrado que la colocación de implantes cigomáticos mediante cirugía guiada mejora considerablemente la calidad de vida de los pacientes que sufren de maxilares atróficos o deteriorados por secuelas tumorales.
Esta técnica de implantes cigomáticos, que asegura anclajes en el hueso malar, ha mostrado una estabilidad impresionante, alcanzando tasas de éxito superiores al 96% a mediano y largo plazo. El Dr. Montesdeoca destacó que «el empleo de guías quirúrgicas eleva la precisión del procedimiento», optimizando los resultados clínicos y reduciendo tanto los tiempos quirúrgicos como las potenciales complicaciones.
Dentro de las diversas aproximaciones quirúrgicas, la técnica extrasinusal o yuxtasinusal revela menos complicaciones a largo plazo en comparación con la intrasinusal. La carga inmediata, con la colocación de dos implantes en cada lado —conocida como cigoma quad—, se perfila como la estrategia más común y efectiva, registrando un éxito del 99,2% a cinco años y del 98,2% a diez años en casos de maxilares severamente atróficos. No obstante, el abordaje en pacientes oncológicos es más conservador debido a los efectos derivados de tratamientos como la radioterapia.
Recientemente, el equipo especializado del hospital presentó el caso de una paciente con un raro tumor odontogénico, un mixoma, que precisó de una maxilectomía parcial. Tras el fracaso de un injerto previo, la solución vino con la implantación de dos dispositivos cigomáticos y uno endoóseo convencional, asegurando tanto la funcionalidad como un resultado estético satisfactorio.
La implementación de cirugía guiada, utilizando modelos estereolitográficos y férulas quirúrgicas, ha permitido respetar la anatomía del paciente, mantener una colocación equidistante de los implantes y minimizar la invasividad de la incisión quirúrgica. El Dr. Montesdeoca afirmó que «la planificación 3D mejora la precisión en la colocación de los implantes, disminuyendo riesgos y fortaleciendo la estabilidad primaria».
El proceso digital asociado comienza con la obtención de una tomografía computarizada de alta precisión del hueso residual del paciente, complementado con una prótesis provisional que replica la dentadura original, facilitando así la fabricación de las guías y biomodelos necesarios que se remiten al hospital en un plazo de diez días.
El codirector del departamento concluyó subrayando que, si bien los implantes cigomáticos se consolidan como una solución efectiva para la rehabilitación de maxilares atróficos, exigen una capacitación técnica rigurosa. Con todo, los avances en cirugía guiada han mejorado su aplicación, incrementando la seguridad y calidad de vida de los pacientes oncológicos y otros que requieren reconstrucciones maxilofaciales complejas.
