El grupo islamista Hamás ha respaldado el ataque con arma blanca ocurrido en Tel Aviv, que dejó a cuatro personas heridas, describiéndolo como una «respuesta natural» a la incursión militar israelí en Yenín, una localidad en el norte de Cisjordania ocupada. Este ataque se produce pocas horas después de la incursión israelí en Yenín, que ya ha dejado un saldo de 10 palestinos muertos. En un comunicado, Hamás destacó que el apuñalamiento demuestra que «la marea de resistencia continúa» mientras persista la ocupación israelí y sus crímenes. El agresor, identificado como de origen marroquí, no fue reconocido por Hamás como uno de sus milicianos, aunque su acto fue elogiado por el grupo.
Simultáneamente, las fuerzas especiales israelíes llevaron a cabo una incursión en Yenín y su campamento de refugiados, una operación que podría prolongarse durante meses según fuentes militares israelíes. Hamás advirtió que estas acciones no proporcionarán seguridad a Israel ni a sus colonos, sino que, al contrario, se convertirán en una «pesadilla» que sacudirá los cimientos del estado hebreo. El llamamiento de Hamás a los palestinos a levantarse contra las tropas y colonos refleja la creciente tensión en la región. El ataque en Tel Aviv concluyó con el agresor abatido por un viandante armado, según confirmaron el servicio de emergencias Magen David Adom y la Policía local.
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