El Partido Socialdemócrata (PSD) se ha impuesto en las elecciones legislativas celebradas en Rumanía, obteniendo un 22,6% de los votos, según los datos casi definitivos del recuento, realizado por la Autoridad Electoral Permanente. Le sigue la Alianza para la Unión de los Rumanos (AUR) con un 18,1%, resaltando el ascenso de esta fuerza ultranacionalista. En tercera posición quedó el Partido Nacional Liberal (PNL), que hasta ahora mantenía una coalición de gobierno con el PSD, al alcanzar un 14,4% del apoyo popular. La Unión Salvar Rumanía (USR), de corte nacionalista de centro, se ubicó cuarta con un 12,1%. Asimismo, otros partidos de ultraderecha como S.O.S. Rumanía y el Partido de los Jóvenes lograron superar el umbral necesario para entrar al Parlamento. La participación parlamentaria de la Unión Democrática de los Húngaros de Rumanía también está asegurada con un 6,5% de los votos.
Pese al triunfo notable de los partidos ultranacionalistas, que suman un total del 32% de los votos, las fuerzas pro-europeístas –PSN, PNL, USR, y UDMR– reúnen el 55,5% de los sufragios, lo que podría asegurarles el control legislativo si logran acuerdos de coalición. En un contexto político dominado por tensiones identitarias y la competencia entre una apertura hacia la integración europea y el proteccionismo nacional, las declaraciones post-electorales han puesto de relieve la polarización existente. Mientras Marcel Ciolacu, el primer ministro socialdemócrata, aboga por el desarrollo nacional con financiamiento europeo, George Simion, líder del AUR, critica la corrupción gubernamental y lo que considera una sumisión al globalismo extranjero. El futuro del escenario político sigue pendiente de otras decisiones judiciales, entre ellas, la resolución del Tribunal Constitucional sobre las elecciones presidenciales recientes, en las que el candidato ultranacionalista prorruso, Calin Georgescu, sorprendió al obtener una significativa victoria inicial.
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