España se encuentra sorprendida tras las recientes manifestaciones en Valencia, donde miles de personas lograron llegar hasta las puertas del Palacio de Presidencia de la Generalitat. Las imágenes han mostrado a los manifestantes prácticamente tocando las puertas del edificio, en una escena inusualmente desprotegida para un evento de esta magnitud. La presencia policial fue insuficiente para manejar la multitud que se reunió en un espacio tan limitado como la Plaza de Manises, donde se erigen tanto el Palau de la Generalitat como la Diputación, ambos inaccesibles pero a escasa distancia de los manifestantes. A lo largo de la manifestación, se pudo ver a la gente apoyada contra los muros del palacio, mientras un grupo musical amenizaba la jornada y se leía un manifiesto.
Esta escena contrasta notablemente con la seguridad desplegada en otras manifestaciones, especialmente en las que han tenido como protagonistas a sedes del PSOE en distintas zonas del país. En eventos pasados, el Ministerio del Interior ha reforzado la presencia policial significativamente, como en noviembre de 2023, cuando 300 agentes blindaron la sede de Ferraz en Madrid, o incluso más recientemente, en junio de 2024, donde 10 furgones policiales protegieron el mismo lugar durante protestas relacionadas con los indultos a los líderes catalanes. Sin embargo, en Valencia, la protección fue mucho menor, permitiendo que los manifestantes ocuparan prácticamente todas las esquinas cercanas al Palau de la Generalitat y llenaran por completo la Plaza de la Virgen, en la capital valenciana.
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