La crecida del río Manzanares ha generado interrupciones temporales en varias carreteras de Madrid, complicando el tránsito en la capital y afectando a miles de conductores. Las intensas precipitaciones de los últimos días provocaron el desbordamiento del río en varios puntos críticos, obligando a las autoridades a cerrar ciertas vías como medida de precaución. Esta situación ha derivado en un incremento significativo del tráfico en rutas alternativas y ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de los servicios de emergencia y mantenimiento de infraestructura vial. Además, se ha instado a la población a mantenerse informada sobre el estado de las carreteras y a tomar precauciones al desplazarse por la ciudad.
Las autoridades municipales han activado protocolos de emergencia para mitigar el impacto del desbordamiento y están trabajando conjuntamente con los servicios meteorológicos para monitorear las condiciones climáticas y prever futuros riesgos. Igualmente, se han habilitado líneas de asistencia para los ciudadanos afectados y se ha reforzado la vigilancia en las zonas más vulnerables al desborde del río. Esta situación destaca la necesidad de revisar y mejorar las infraestructuras de contención y drenaje en la región para evitar que incidentes similares vuelvan a causar trastornos significativos en el tráfico y la vida cotidiana de los ciudadanos de Madrid.
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