La formación de un nuevo Gobierno en Austria ha avanzado significativamente tras varios intentos fallidos, con democristianos (ÖVP), socialistas (SPÖ) y liberales (Neos) anunciando que están cerrando una coalición para salir del estancamiento político provocado desde las elecciones de septiembre de 2024. Aunque la ultraderecha había ganado los comicios, no logró formar un Ejecutivo, lo que llevó al país a plantearse elecciones adelantadas. Este posible acuerdo tripartito, en el que participan Christian Stocker del ÖVP, Andreas Babler del SPÖ y Beate Meinl-Reisinger de Neos, busca excluir a los extremistas del poder y promete priorizar el interés del Estado sobre las diferencias partidistas.
El reciente enfoque hacia un Gobierno estable ha ganado impulso en medio de una compleja situación geopolítica y la necesidad urgente de abordar un déficit presupuestario del 3,7% del PIB, que supera los límites de la UE. El acuerdo en negociación incluye medidas económicas como cambios impositivos y un gravamen a la banca para equilibrar las cuentas públicas. En caso de concretarse, Christian Stocker asumiría como canciller, encabezando un Gobierno con socialistas como socios principales y liberales en apoyo minoritario. Estos movimientos marcan un esfuerzo significativo de parte de las principales fuerzas políticas tradicionales para unirse y prevenir el avance de la ultraderecha, a pesar de su debilitamiento ante el auge de estos últimos en las encuestas.
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