Julian Assange, fundador de Wikileaks, regresará a Australia tras 12 años de reclusión en Londres y tras declararse culpable de espionaje en un tribunal estadounidense. Su liberación sigue a un acuerdo con Estados Unidos y concluye años de campaña ciudadana y diplomacia australiana. El Gobierno laborista de Anthony Albanese, quien criticó la prolongada detención de Assange, gestionó su retorno respetando los lazos estratégicos con EE.UU. y Reino Unido. La moción parlamentaria australiana en febrero instó al cierre del caso, reflejando amplio apoyo social y político. Assange, recibido con expectativas cautelosas, se reencuentra con su familia en Canberra.
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