En Cataluña, la cantidad de niños menores de seis años que viven en orfanatos ha aumentado drásticamente, pasando de 115 en 2018 a 280 en la actualidad. La consejera de Derechos Sociales e Inclusión, Mònica Martínez, ha presentado un plan estratégico que busca reducir esta cifra a cero. El plan incluye una inversión de 2,3 millones de euros para mejorar los circuitos de acogida familiar, gestionados por la Secretaria d’Infància, Adolescència i Joventut, el Instituto Catalán de la Acogida y la Adopción (ICAA) y la Direcció General d’Atenció a la Infància i l’Adolescència (DGAIA). Según Martínez, Cataluña tiene el mayor número de niños en centros residenciales del país, situación que considera «inaceptable». Los desafíos que obstaculizan el aumento de familias de acogida incluyen retrasos en la tramitación de solicitudes, falta de acompañamiento en procesos complejos y un régimen de visitas con las familias biológicas que complica la conciliación familiar.
Para abordar estos problemas, el plan inmediato incluye una inversión de 1,2 millones de euros para contratar 25 nuevos profesionales encargados de agilizar el estudio de cada caso. Además, se proporcionarán recursos adicionales para facilitar trámites burocráticos y se fortalecerá la coordinación entre el ICAA y la DGAIA. Medidas a medio plazo buscan flexibilizar el régimen de visitas, expandiendo los puntos y horarios de reunión, y ofreciendo incentivos fiscales y en seguridad social para las familias acogedoras. Además, se establecerá una mesa de coordinación con la Generalitat, entidades y familias para evaluar continuamente las propuestas. Mònica Martínez afirmó el compromiso del gobierno catalán para asegurar que todos los niños tengan un entorno familiar seguro que promueva su desarrollo y bienestar emocional.
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