Un reciente informe del CGFNS International ha dado a conocer que la migración de enfermeras hacia Estados Unidos ha mantenido un fuerte ritmo en 2024, prolongando una tendencia observada en años anteriores. Esta dinámica está impulsada principalmente por la apremiante demanda de personal sanitario en el país norteamericano. Aunque las solicitudes para el servicio VisaScreen® descendieron en un 4,6% en comparación con 2023, el total acumulado en 2024 sigue siendo casi 200% mayor que los niveles registrados antes de la pandemia, en 2018.
La publicación remarca que, aunque las certificaciones VisaScreen se otorgaron a enfermeras provenientes de más de 100 naciones, una abrumadora mayoría del 92% de las solicitudes tuvo su origen en profesionales formadas en los diez países principales. Filipinas sigue liderando con más del 51% de los certificados emitidos, aunque se ha observado un incremento en el número de solicitudes proveniente de Kenia, Nigeria y Ghana.
El CGFNS advierte sobre la posibilidad de que las actuales cifras de migración no sean sostenibles en el futuro. Los expertos señalan que las nuevas políticas de inmigración y los cambios en los visados podrían afectar negativamente la disponibilidad de personal sanitario. «La interrupción de este flujo de enfermeras cualificadas podría exacerbar la escasez de mano de obra y aumentar la carga asistencial sobre los profesionales de la salud en Estados Unidos», explicó el Dr. Peter Preziosi, Presidente y Director General del CGFNS.
El informe también proporciona una visión sobre la migración global de enfermeras, subrayando que muchos países de origen enfrentan dificultades para retener a su personal sanitario. En este sentido, naciones como Zimbabue y Ghana han tomado medidas como la suspensión de la emisión de certificados para las enfermeras que desean emigrar, mientras que Nigeria ha implementado requisitos de servicio nacional.
Esta situación pone de manifiesto la creciente interconexión entre la necesidad de trabajadores de salud en Estados Unidos y los retos que los países en desarrollo enfrentan para conservar sus propios recursos humanos en el sector sanitario. La coyuntura actual demanda soluciones colaborativas e innovadoras que permitan enfrentar la crisis educativa, de retención y migratoria que afecta al ámbito de la salud a nivel global.