La situación del mercado inmobiliario en Valencia ha alcanzado niveles críticos, según el último informe de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Tanto en la compraventa como en el alquiler, los precios han experimentado aumentos significativos en los últimos años. El precio medio de un piso de obra nueva ha subido un 80% en cinco años, mientras que los alquileres se han encarecido un 78% desde finales de 2019, situándose en una media de 1.646 euros al cierre de 2024. La escasez de oferta y el auge de los apartamentos turísticos han contribuido a esta escalada, provocando que incluso los alquileres toquen máximos históricos en distritos como l’Eixample, con precios superiores a 2.000 euros, y manteniendo a Jesús como el más asequible.
El informe alerta de una «emergencia habitacional extrema» y advierte que esta situación podría desembocar en una emergencia social si no se toman medidas drásticas. Se estima necesaria la construcción de 3,7 millones de viviendas para hacer frente al déficit actual. El director de la Cátedra, Fernando Cos-Gayón, destaca la urgencia de fomentar la edificación de viviendas protegidas, proponiendo colaboraciones público-privadas para responder a lo que describe como «un tsunami de dimensiones épicas». En el área metropolitana, la oferta de alquiler muestra variabilidad, con un descenso notable en l’Horta Nord, mientras los precios medios oscilan entre 895 y 1.062 euros. Los factores que están restringiendo el desarrollo incluyen altos costos de construcción, falta de mano de obra y lentitud en las concesiones de licencias, lo que requiere una acción conjunta de autoridades y actores privados.
Leer noticia completa en 20minutos.