La Agencia de Actividades del Ayuntamiento de Madrid presentó este martes un balance de gestión que refleja una notable evolución en la regulación de las viviendas de uso turístico (VUT) y en la eficiencia de los procedimientos urbanísticos. Durante la reunión del Consejo Rector, el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, destacó los avances en el control y ordenación de estas viviendas, fruto de medidas específicas del Gobierno municipal.
Uno de los datos más significativos del año 2024 es el incremento del 82 % en la regularización de viviendas de uso turístico que operaban de manera irregular. Un total de 251 propietarios optaron por adecuarse a la normativa, frente a los 138 del año anterior. Este avance se debe, en gran parte, a la estrategia municipal que incluyó la suspensión de nuevas licencias, un endurecimiento en las sanciones con multas de hasta 190.000 euros, y un aumento en el cuerpo de inspectores.
En noviembre, se aprobó preliminarmente el Plan RESIDE, con el objetivo dual de proteger la vivienda tradicional y trasladar las VUT a espacios no residenciales. Este plan se sumará en 2025 a las medidas vigentes, como el Plan de Inspección Urbanístico que prioriza la vigilancia sobre las VUT.
Las denuncias de vecinos y particulares respecto a actividades reguladas disminuyeron un 17 % en 2024, destacando la eficacia de los nuevos canales de comunicación telemáticos que evitaron la duplicación de quejas.
Se observó una mejora en la gestión de licencias: el tiempo promedio para resolver expedientes se redujo a 143 días, un 27 % menos que en 2019. Además, las declaraciones responsables urbanísticas crecieron un 7,3 %, consolidándose como un eficiente instrumento de gestión urbanística.
El Servicio de Inspección y Disciplina también aumentó su actividad, realizando 3.723 inspecciones en 2024, un incremento del 90 % respecto al año anterior. Este crecimiento se debe al nuevo Plan de Inspección Urbanística que define estrategias y prioridades claras para la ciudad.
En resumen, Madrid ha avanzado de manera significativa en la regulación y ordenación del uso turístico de viviendas, mejorando la eficacia administrativa y promoviendo un uso más responsable y concertado de los espacios habitacionales.