La empresa de transporte ferroviario Rente anunció en agosto la retirada de su servicio ‘low-cost’, sorprendiendo a miles de usuarios que se beneficiaban de tarifas reducidas para sus viajes. Esta decisión se hizo pública a través de un comunicado, en el que la empresa argumentó que la medida busca mejorar la eficiencia y centrarse en servicios de mayor calidad, en respuesta a la creciente competencia en el sector. Algunos analistas destacan que el retiro del servicio podría estar relacionado con las dificultades económicas que enfrenta Rente, sumado a la recuperación dispar de la demanda tras la pandemia.
La noticia generó diversas reacciones entre los usuarios y expertos del sector. Los pasajeros expresaron su descontento en redes sociales, indicando que la ausencia de opciones asequibles afectará su movilidad. Por su parte, los expertos en transporte señalaron que el movimiento podría permitir a Rente concentrarse en servicios premium y experimentar con nuevas tecnologías para atraer a un segmento diferente del mercado. Sin embargo, advierten que la retirada del servicio ‘low-cost’ podría beneficiar a sus competidores directos, que podrían absorber la demanda de estos pasajeros.
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