En el corazón de la Comunidad de Madrid se alza un dispositivo dedicado a brindar atención integral a personas con diversas necesidades, ofreciendo un espacio de cuidado y rehabilitación para aquellos que lo requieren. Con una capacidad para atender a 158 individuos, este centro se erige como un referente en la región, abarcando un amplio espectro de servicios que van desde la residencia permanente o temporal, hasta la atención diurna y ambulatoria.
El complejo alberga 96 plazas residenciales, diseñadas para ofrecer una atención multidisciplinar integral, ya sea de manera permanente o temporal. Aquí, los residentes reciben cuidados que abarcan diversas especialidades, garantizando un soporte constante en todas las etapas de sus vidas. Además, el centro ofrece 32 plazas diurnas, enfocadas en potenciar el desarrollo de los usuarios y prevenir su deterioro gracias a la implementación de variados cuidados centrados en las necesidades individuales de cada persona.
Para aquellos que requieren atención ambulatoria, el dispositivo cuenta con 30 plazas, proporcionando una terapia integral que se centra especialmente en áreas como psicología, fisioterapia, terapia ocupacional y logopedia. Este enfoque permite adaptar el tratamiento a cualquier fase de la enfermedad, asegurando que cada paciente reciba la mejor asistencia posible en función de sus requerimientos específicos.
La oferta de actividades del centro se extiende mucho más allá de lo tradicional, con programas diseñados para fomentar el cuidado personal, la rehabilitación psicológica y social, además de mejorar la movilidad, la comunicación y las habilidades sociales. Entre las estrategias terapéuticas, la rehabilitación cognitiva y el entrenamiento en actividades de la vida diaria ocupan un lugar destacado, así como la asistencia a las familias y personas allegadas. El centro no olvida la importancia del ocio y el tiempo libre, proponiendo actividades que promuevan el bienestar integral de sus usuarios.
Este complejo cuenta también con instalaciones especializadas, como salas de rehabilitación, hidroterapia y estimulación sensorial, especialmente dirigidas a aquellos con un alto nivel de dependencia. Estas instalaciones permiten ofrecer una atención personalizada y adaptada a las condiciones específicas de cada usuario, maximizando así sus posibilidades de desarrollo y mejoría.
En un contexto más amplio, la Comunidad de Madrid dispone de una red pública que suma 21.000 plazas dedicadas a la discapacidad y enfermedad mental grave. De estas, 14.500 plazas se destinan al tratamiento de personas con discapacidad intelectual o física, mientras que más de 7.000 se reservan para quienes padecen enfermedades mentales graves. Este enfoque integral y la vasta infraestructura disponible subrayan el compromiso de la región con la atención y rehabilitación de sus ciudadanos más vulnerables, reafirmando la importancia de ofrecer espacios que promuevan la inclusión y el desarrollo personal a través de la atención especializada y el cuidado continuo.
