La Franja de Gaza enfrenta una crisis humanitaria agravada por la destrucción sistemática de su infraestructura sanitaria. Los ataques israelíes han dejado a la población palestina, especialmente a mujeres y niños, en una situación desesperada y sin acceso a servicios básicos de salud. Durante un evento titulado «The Destruction of the health system in Palestine: A lifeline in peril for women and girls», diversas panelistas subrayaron el impacto devastador de esta situación en las vidas de las mujeres palestinas, quienes ven comprometida su salud física, mental y reproductiva.
Testimonios desgarradores de mujeres afectadas revelaron la magnitud del sufrimiento. Una joven de 18 años compartió cómo un ataque misilístico no solo le arrancó a su familia, sino también sus piernas, dejándola sin hogar, educación y sin tratamiento adecuado. Otra mujer narró su dolorosa experiencia, donde su embarazo terminó en tragedia tras ser atacada durante un asalto militar. Estos relatos son solo una muestra de la carga emocional y física que soportan.
Estadísticas recientes son alarmantes: las mujeres y los niños constituyen el 70% de las víctimas desde que empezaron los ataques, con más de 12,410 muertes de mujeres reportadas. La esperanza de vida en la región ha disminuido drásticamente, y el panorama se torna aún más sombrío al considerar que el 84% de las instalaciones sanitarias han sido destruidas, dejando a las mujeres sin acceso a cuidados médicos de maternidad adecuados.
Feda Abdelhady, embajadora presente en el evento, calificó estos ataques a la infraestructura de salud como una violación flagrantemente grave de los derechos humanos, mientras que la doctora Mimi Syed resaltó cómo la falta de insumos médicos transforma lesiones tratables en situaciones mortales. En consonancia, la doctora Tlaleng Mofokeng, relatora especial de la ONU sobre el derecho a la salud, subrayó que las barreras al acceso a servicios críticos para la salud sexual y reproductiva están empeorando la crisis humanitaria.
La actual situación de Gaza demanda atención urgente a nivel internacional, ya que agrava las condiciones ya de por sí extremas para la población palestina, especialmente para las mujeres y niñas, cuya supervivencia y calidad de vida están en juego. La comunidad internacional enfrenta un desafío crítico para abordar y mitigar el sufrimiento humano en esta región devastada por el conflicto.
