El inicio de 2025 marca un cambio en la tendencia del precio de la luz en el mercado mayorista, que ha comenzado a ascender tras dos años consecutivos de descenso. Desde 2022, la demanda se había mantenido estable, lo que contribuyó a los precios bajos observados en el período. Sin embargo, factores recientes han alterado este equilibrio, provocando que los costos de energía eléctrica experimenten un repunte significativo al comienzo del año. Este fenómeno está generando preocupación entre los consumidores y expertos, quienes temen un impacto negativo en la economía doméstica y empresarial.
El incremento en el precio de la luz se produce en un contexto de cambios en el suministro y ajustes en las políticas energéticas. Aunque durante los años anteriores, la estabilidad de la demanda había permitido mantener los precios controlados, la actual alza refleja un posible desajuste entre la oferta y las necesidades energéticas que podría intensificarse si no se toman medidas correctivas. Este escenario plantea desafíos para el sector energético, que deberá adaptarse rápidamente para mitigar las posibles consecuencias económicas y sociales derivadas del incremento en las tarifas eléctricas.
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