En un contexto donde las amenazas cibernéticas no cesan de crecer, los profesionales de la ciberseguridad están experimentando niveles de estrés sin precedentes. Una reciente investigación realizada por ISACA, en colaboración con Adobe, subraya la creciente presión a la que se enfrentan estos expertos debido a un panorama de amenazas en constante evolución y otros desafíos del sector.
El informe anual «Estado de la Ciberseguridad 2024» señala que el 66% de los profesionales considera que su rol es más estresante ahora que hace cinco años. La encuesta, que reunió las opiniones de más de 1.800 expertos en ciberseguridad, identificó varios factores que están incrementando el estrés: un complejo panorama de amenazas (81%), presupuestos limitados (45%), y dificultades en la contratación y retención de personal (45%), entre otros.
Paralelamente, el estudio revela un preocupante incremento en los ciberataques. Un 38% de las organizaciones reporta un aumento de ataques cibernéticos, en comparación con el 31% del año anterior. Entre los tipos de ciberataques más comunes destacan la ingeniería social (19%), el malware (13%) y la denegación de servicio en sistemas sin parches (11%). A pesar de la creciente amenaza, solo el 40% de los encuestados confía plenamente en la capacidad de su equipo para detectar y responder a estas amenazas.
El desequilibrio entre el aumento de las amenazas y los recursos disponibles es evidente. Más de la mitad de los profesionales consultados (51%) considera que los presupuestos para ciberseguridad son insuficientes, y apenas el 37% espera un incremento en el próximo año. Asimismo, las organizaciones enfrentan significativos desafíos en la contratación de personal cualificado, valorando especialmente la experiencia práctica previa (73%) y las credenciales (38%).
La retención del talento tampoco es tarea fácil, con más de la mitad de las organizaciones (55%) encontrando dificultades para mantener a profesionales cualificados. Entre las causas se señalan el reclutamiento por parte de otras compañías (50%), incentivos financieros inadecuados (50%), y la falta de oportunidades de promoción y desarrollo (46%).
En este contexto, Pablo Ballarin Usieto, miembro del Grupo de Trabajo de Tendencias Emergentes de ISACA, advierte sobre la necesidad de una mayor inversión en ciberseguridad. Además, enfatiza la importancia de atraer y retener talento joven, preparando a las organizaciones para la ola de jubilaciones de expertos experimentados que se avecina. También subraya la relevancia de desarrollar la inteligencia artificial para reforzar las defensas en un entorno global cada vez más incierto.
El informe de ISACA pone de relieve no solo los desafíos actuales del sector de la ciberseguridad, sino también la urgente necesidad de adaptarse y evolucionar para enfrentar un futuro cargado de incertidumbres.
