En el año 2023, las estadísticas de consumo de alcohol han revelado un preocupante incremento en el número de casos positivos, superando por primera vez desde 1998 las cifras de resultados negativos en las pruebas de alcoholemia. Este fenómeno preocupa a las autoridades, quienes han observado que el 72% de los individuos que fueron sometidos a estas pruebas presentaron una tasa de alcohol en sangre igual o superior a 1,2 gramos por litro, un nivel considerado peligrosamente alto y que eleva el riesgo de sufrir accidentes de tráfico y otras consecuencias graves para la salud pública.
Este incremento en el consumo de alcohol representa un desafío significativo para las campañas de concienciación y medidas de prevención implementadas hasta ahora, generando un llamado de atención sobre la efectividad de las políticas vigentes. Las autoridades argumentan que es crucial revaluar las estrategias actuales y considerar nuevas medidas para abordar esta problemática, que podría estar influenciada por factores socioeconómicos, culturales y psicológicos, además de la posible relajación en las restricciones de consumo tras el periodo de pandemia.
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