En México, el dengue continúa propagándose de manera alarmante, afectando a más de 110,000 personas y causando 262 muertes en lo que va del año. Estados del norte, como Jalisco y Nuevo León, que tradicionalmente exhibían baja incidencia de la enfermedad, ahora enfrentan brotes significativos. En contraste, únicamente la Ciudad de México y Tlaxcala han permanecido libres del mosquito Aedes aegypti, el principal transmisor del virus. Este aumento repentino de casos ha coincido con una emergencia de dengue sin precedentes a nivel continental, impulsada por cambios climáticos que facilitan la adaptación del mosquito a nuevas regiones, anteriormente inhóspitas.
El virólogo Luis del Carpio destaca que el cambio de variante del virus, junto con la inadecuada gestión gubernamental del control vectorial, han exacerbado la situación. A nivel continental, América Latina enfrenta una crisis sin precedentes con 4,1 millones de contagios y 2.049 muertes, según la OPS. Países como Argentina, Brasil, y Bolivia también registran cifras récord de infecciones. Además, se observa que los menores de entre 10 y 14 años son los más afectados en México. Frente a esta crisis, algunos países han implementado estrategias innovadoras, como el método Wolbachia, aunque los resultados en México aún están por analizar.
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