La ciberseguridad en España se enfrenta a uno de sus momentos más difíciles. En lo que va del año, los ciberataques han experimentado un incremento del 35 %, alcanzando un promedio alarmante de más de 45.000 incidentes diarios. Este preocupante panorama afecta particularmente a las pequeñas y medianas empresas, exacerbado en gran medida por el aumento del teletrabajo y la insuficiencia de protecciones adecuadas en los ambientes digitales corporativos.
El trabajo remoto ha adquirido una presencia predominante, pero su expansión no ha ido acompañada de medidas de seguridad robustas. La utilización de dispositivos personales, frecuentemente desprovistos de garantías de seguridad, ha dejado a las redes empresariales expuestas a vulnerabilidades. Además, el proceso de digitalización, realizado con frecuencia sin una estrategia integral de ciberprotección, ha dejado a muchas organizaciones vulnerables a ataques que son cada vez más sofisticados.
El ransomware, una táctica que implica el cifrado y secuestro de datos a cambio de un rescate, ha experimentado un aumento desmesurado del 120 % en 2025. Esta técnica ha causado pérdidas millonarias en grandes corporaciones, y sigue siendo una amenaza latente para las pymes, que, debido a su menor capacidad de defensa, continúan siendo un blanco preferente para los ciberdelincuentes. Los correos electrónicos maliciosos son con frecuencia el vector de ataque utilizado para acceder a los sistemas de estas organizaciones.
En términos económicos, las repercusiones de estos ataques son contundentes. Una pyme puede enfrentar pérdidas estimadas entre 2.500 y 60.000 euros por incidente cibernético, mientras que las grandes empresas soportan daños promedio que superan los 5,5 millones de euros. Estos costos no solo incluyen el pago del rescate, sino también la paralización de actividades, la pérdida de información crítica y el deterioro de la reputación corporativa.
Expertos coinciden en que ninguna empresa está exenta de estas amenazas si no dispone de una estrategia de ciberseguridad sólida. La falta de prevención puede comprometer la continuidad del negocio y alertan que la ciberseguridad ya no es opcional, sino una necesidad urgente y transversal.
Al acercarse el Día Mundial del Backup, el énfasis recae sobre la importancia de mantener copias de seguridad automatizadas, externas y cifradas. Sin embargo, solo el 32 % de las microempresas en España realiza backups de manera adecuada, lo cual resalta una brecha crítica en la protección de datos. En comparación, el 97,6 % de las grandes empresas y el 94,4 % de las medianas ya han adoptado prácticas adecuadas de respaldo.
Los especialistas subrayan que soluciones improvisadas, como almacenar datos en USB o sistemas de almacenamiento en la nube sin medidas de seguridad adecuadas, no equivalen a un sistema de backup profesional. Solo una solución segura, automatizada y monitorizada puede ofrecer una protección efectiva contra amenazas como el ransomware o errores críticos del sistema.
En un panorama donde las amenazas digitales avanzan rápidamente, implementar medidas preventivas y reforzar la resiliencia digital se han convertido en prioridades estratégicas para las empresas. Invertir en seguridad no solo protege de los desafíos actuales, sino que también asegura la viabilidad y sostenibilidad futura de las organizaciones.