Con motivo del próximo Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, el programa «Metal Empresarial» reunió a destacados especialistas para evaluar el estado actual de la prevención de riesgos laborales en la industria metalúrgica. Este encuentro, que contó con la participación de Alejandro Ollero de AECIM, Fuensanta Palomino del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo, y representantes de departamentos de Recursos Humanos de empresas como INFE y APRIMATIC, puso de relieve la profunda transformación que ha experimentado la conciencia empresarial en este ámbito.
Ollero destacó que la mentalidad de las empresas ha evolucionado de un simple cumplimiento normativo hacia una proactiva protección de los trabajadores. Esta perspectiva fue complementada por Palomino, quien subrayó el papel crucial de las instituciones no solo en la investigación de accidentes, sino también en la mejora continua de los entornos laborales. Las novedosas iniciativas que incluyen programas de fortalecimiento y evaluaciones ergonómicas tipo, buscan prevenir trastornos musculoesqueléticos, un riesgo prevalente en el sector.
Por su parte, la formación personalizada y adaptada a las particularidades de cada puesto emergió como un tema central. Nuria Carmona y Almudena Fernández destacaron que una capacitación adecuada no solo aminora la siniestralidad, sino que es esencial para la seguridad a nivel organizacional. Fernández detalló que su empresa ha logrado eliminar las lesiones por sobrecarga física, gracias a programas formativos internos cuidadosamente diseñados.
La tecnología también desempeña un papel vital en la mitigación de riesgos laborales. Dispositivos como grúas puente, brazos articulados y sistemas de almacenaje digitalizado han sido adoptados por las empresas para no solo incrementar la eficiencia operativa, sino también para reducir significativamente los riesgos asociados con el manejo de materiales pesados. Según Carmona, sus operaciones actuales permiten manipular con facilidad grandes cristales, lo que refleja el impacto positivo de la innovación en la seguridad.
Durante la jornada se enfatizó la necesidad de la «ergonomía participativa», fomentando el involucramiento de todos los actores en la mejora del entorno laboral. Palomino recordó que los trabajadores poseen un conocimiento invaluable de los riesgos a los que se enfrentan diariamente, lo que ha de ser aprovechado en la creación de un ambiente de trabajo más seguro.
Finalmente, el mensaje unánime fue que invertir en prevención de riesgos laborales no solo resguarda la salud de los trabajadores, sino que repercute en una mayor productividad y un mejor clima laboral. Carmona concluyó contundentemente: “Un accidente puede cambiar la vida de un trabajador para siempre. La prevención es la mejor herramienta que tenemos”. Este compromiso conjunto subraya la importancia de seguir innovando y educando en la búsqueda de espacios de trabajo más seguros y saludables.