España enfrenta una intensa temporada gripal, alcanzando niveles epidémicos con 41,6 casos por cada 100.000 habitantes entre el 23 y el 29 de diciembre, además de que los especialistas anticipan un aumento en los casos tras las festividades navideñas. El Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SiVIRA) del Centro Nacional de Epidemiología ha identificado los virus de la gripe de tipo A y B como los más frecuentes en esta temporada, mientras que la incidencia de COVID-19 se mantiene baja con 3,9 casos por cada 100.000 habitantes, en comparación a anteriores años. A pesar del repunte de la gripe, el total de infecciones respiratorias —incluyendo gripe, COVID-19 y el virus respiratorio sincitial (VRS)— ha mostrado un descenso, con 567,1 casos por 100.000 habitantes, casi cien menos comparados con la semana anterior.
La situación ha llevado a la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia a instar a los servicios de salud a prepararse con planes de contingencia para enfrentar un posible aumento de contagios. Se promueve la adopción de medidas de prevención, especialmente en entornos como centros de salud y residencias de ancianos, además de un aumento en las tasas de vacunación contra la gripe, COVID-19 y VRS. Entre los ciudadanos crece la preocupación sobre contagiarse tras las vacaciones, con un estudio que revela que la mitad de los españoles anticipa contraer una infección respiratoria en este periodo. El contacto durante reuniones familiares y sociales, junto con el regreso a trabajos y centros educativos, son señalados como principales factores de transmisión de estos virus.
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