El último cadáver ha sido localizado por el Grupo de Reserva y Seguridad (GRS) en el barranco del Poyo, concluyendo así una intensa búsqueda que ha mantenido en vilo a la comunidad local. Esta operación, que contó con un amplio despliegue de fuerzas de seguridad, se inició tras la desaparición de varias personas en circunstancias sospechosas. La recuperación del cuerpo supone un paso crucial para las autoridades, que están concentradas en identificar a las víctimas y esclarecer las causas detrás de estos trágicos sucesos. El hallazgo permite cerrar un capítulo importante en esta investigación y centrarse en nuevas líneas de búsqueda de pruebas.
Las tareas de búsqueda en el barranco del Poyo habían enfrentado varios desafíos debido a la difícil orografía del terreno y las condiciones climáticas adversas. Sin embargo, la pericia y dedicación de los equipos de rescate, junto con el uso de tecnología avanzada, han sido clave para el éxito de la operación. Las autoridades han reiterado su compromiso con la transparencia en el desarrollo de la investigación y han solicitado la colaboración ciudadana para aportar cualquier información que pueda ser relevante. Mientras tanto, la comunidad espera respuestas claras sobre quién o qué está detrás de estos hechos que han causado conmoción y temor en la región.
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