Un trágico incidente sacudió la región al reportarse que un individuo ingresó a una iglesia durante un servicio religioso, donde abrió fuego y posteriormente detonó un chaleco explosivo. El ataque, calificado como acto terrorista por las autoridades, dejó múltiples víctimas y sembró el pánico entre los asistentes que se encontraban congregados en el lugar. Los servicios de emergencia arribaron rápidamente para socorrer a los heridos y asegurar la zona, mientras que las fuerzas de seguridad instauraron un perímetro de seguridad para llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre el incidente.
Según declaraciones del Gobierno, el atacante actuó solo y no se tienen indicios de que pertenezca a un grupo terrorista organizado. Sin embargo, las autoridades se encuentran en máxima alerta y han reforzado las medidas de seguridad en otras iglesias y lugares de culto del área. En respuesta al ataque, se ha convocado una reunión de emergencia de los principales líderes gubernamentales para coordinar acciones que eviten futuros ataques y garanticen la seguridad en espacios públicos. La comunidad internacional ha expresado su solidaridad con las víctimas, y varios países han ofrecido ayuda en la investigación.
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